La alimentación de los más pequeños es como una planta: hay que ir regándola desde su nacimiento y guiándola para que crezca recta y sana. La educación es imprescindible para el desarrollo de los bebés y que estos tomen buenos hábitos en relación a la mesa y las comidas puede acarrear grandes beneficios para etapas futuras de su vida. El primer paso es hacer que se acostumbren a un nuevo entorno y nuevos horarios: las tronas son la herramienta más efectiva para que tu pequeño se convierta en el rey de la mesa.
Es a partir de los seis meses, o incluso antes en el caso de los más precoces, cuando tu hijo comenzará a diversificar su alimentación y a sentir curiosidad por lo que hay más allá de su biberón. Es el momento en el que podrás empezar a introducir en su dieta alimentos como legumbres o carne, la edad en la que tu hijo ya puede mantenerse sentado y en la que empiezan a tener más consciencia del mundo que les rodea. ¿No es el momento perfecto entonces para que se vaya acostumbrando a estar sentado en la mesa? Gracias al uso de una trona, podrás compartir almuerzos y cenas con tu hijo. Esta facilitará la integración de tu pequeño como miembro consciente de tu familia y os unirá más al pasar cada día esos momentos sentados juntos en un ambiente relajado. Precisamente esto último, la atmosfera tranquila, es indispensable para que tu hijo desarrolle vínculos positivos hacia las diferentes comidas: la trona puede llegar a convertirse en un mueble en el que tu hijo disfrute y, por ende, en el que tu hijo aprenda a relacionarse con la comida de una manera sana, disciplinada y enriquecedora.
¿Qué trona es la más recomendable? En este sentido no hay grandes secretos. Existe una trona para cada familia, una trona que se ajusta mejor a todas vuestras necesidades que el resto. En todos los casos, dos palabras tienen que primar sobre todas las demás: seguridad y comodidad. Tronas disponibles en Hiperbebé como el modelo Chip-Chip cumplen este objetivo: gracias a su multitud de alturas, su asiento reclinable y su sistema de rotación 360º es posible adaptarla a cualquier situación. Además, su gran base con cinco puntos de anclaje y cantos redondeados ofrecen la máxima seguridad.
Otro de los asuntos relevantes al comprar una trona es su durabilidad. Es probable que tu hijo la use durante bastante tiempo, así que necesitas comprar una trona realizada a partir de materiales de calidad y que pueda modificarse para cubrir las necesidades de cada etapa del crecimiento. Una trona bien elegida puede ser una gran inversión. Es el caso del modelo Multipla I-Rabbit, regulable en seis alturas y reclinable en tres posiciones: a medida que tu pequeño crezca, su trona crecerá con él. Se trata además de un modelo en el que la comodidad está garantizada gracias a su doble acolchado (desenfundable y lavable para garantizar la higiéne) y ruedas posteriores con freno incorporado.
En definitiva, una trona bien elegida puede ser una gran aliada en ese complicado proceso de adaptación que lleva de la lactancia a la mesa.
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