Una tarde en una ciudad cualquiera. Una madre intenta ir de compras con su pequeño. Bordillos, tráfico, multitudes. La jungla urbana no es el escenario perfecto para el carrito de un bebé. En ocasiones, especialmente en aquellas en las que queremos movernos con cierta movilidad, transportar un coche infantil se convierte en un auténtico martirio. ¿Y si pudiéramos llevar con nosotros a nuestro pequeño de una manera cómoda y práctica? Las mochilas portabebés cumplen esa función.
La libertad de movimientos es una de las grandes ventajas de este sistema de transporte. Podrás compatibilizar salir con tu pequeño y cualquier tipo de acción. El sistema que ofrecen estas mochilas, distribuyendo el peso desde los hombros a la cintura, permite que no se conviertan en algo incapacitante. Además, son completamente seguras para tu hijo (su espalda estará cubierta y bien sujeta y su cabeza controlada) y el contacto con tu cuerpo le proporcionará tranquilidad y sosiego.
¿A partir de qué edad puede empezar a utilizarlas? Depende del tipo de sistema. Por lo general, las mochilas portabebés se pueden utilizar desde el nacimiento del pequeño. Existen diferentes sistemas adaptadores que modifican el tamaño y ajustan la mochila a las necesidades de cada niño. Además de las mochilas, existen pañuelos o fulares que la madre puede llevar como bandolera para transportar a los recién nacidos.
En definitiva, las mochilas portabebés ofrecen una solución que te facilitará la vida. ¿Todavía no las has probado?
