En el verano, los adultos estamos deseando refrescarnos en la piscina o en la playa dándonos un chapuzón. Y los niños también. Además hay que controlar el calor y evitar que los niños se expongan a altas temperaturas y que les dé un golpe de calor. En el caso de los bebés la situación es aún más delicada, así que es bueno darles algún baño refrescante de vez en cuando.
Podemos llevar a los niños a la piscina o a la playa e ir bañándolos poco a poco. Teniendo unos cuidados básicos, podrás conseguir que tu bebé pase el día fresquito y se divierta mucho al entrar en contacto con este medio. Además podrás encontrar muchos accesorios para el baño en las tiendas de bebé que te harán este momento mucho más fácil.
Primeros momentos en la piscina
Para bañar al bebé por primera vez en una piscina siempre es conveniente hacerla en una de esas pequeñas inflables que tienen apenas unos centímetros de profundidad. Lo importante es que estén fresquitos y seguros. Por supuesto, siempre hay que mantenerlos vigilados y sujetos y no dejarlos ni un segundo solos.
Para que su primer contacto con el agua de la piscina no sea muy traumático para ellos, hay que meterlos poco a poco, comenzando desde los pies y agarrándolo bien. Una vez que las piernas se hayan acostumbrado al agua, se puede sentarlos en la piscina para que chapoteen un poco e incluso tumbarlos, siempre que no haya peligro de que puedan hundirse. Los niños disfrutan mucho dentro del agua y si sus primeras experiencias son satisfactorias estarán deseando repetir.
Además hay muchos cursos de natación para bebés desde apenas 4 meses. Allí se estimula su motricidad a través del medio acuático, aumente el vínculo y la confianza con los padres y además hace que estén fresquitos durante estos meses de calor.
Baño en el mar
En la playa es un poco más difícil esta primera vez porque no podemos controlar el agua. Lo mejor es buscar una costa donde no haya demasiadas olas y que el agua esté tranquila. El agua de la playa es más beneficiosa para la piel del niño que el cloro de la piscina, pero puede que tengan una pequeña alergia al salitre. Por eso hay que probar a refrescarlos con un poco de agua de mar antes de bañarlos por completo. En la playa hay que protegerlos del sol: en una tienda online de bebé podemos encontrar desde accesorios de baño como gorritos y sombrillas hasta cremas protectoras de factor alto especiales para la piel del bebé.
Si el niño se resiste al agua porque le asisten las olas de la orilla o el ruido del mar, lo mejor es sacarlo del agua e intentarlo otro día sin forzarlo. Una mala experiencia de pequeño puede hacer que tome miedo a agua y que luego puede ser más complicado que se bañe en la playa.