Dar el paso para tener un hijo es una decisión fundamental en la vida de cualquier pareja, ya sea la concepción del primogénito o la llegada de un nuevo hermanito. En cualquier caso, una vez que se ha tomado la decisión es muy importante prepararse adecuadamente para la llegada del bebé. Esta preparación abarca tanto los cuidados médicos y precauciones para garantizar la buena salud del bebé como el acondicionamiento de un espacio en el hogar para que el pequeño se sienta cómodo y seguro durante sus primeros años de vida.
El primer paso que debería realizar cualquier mujer antes de concebir un hijo es pedir una cita para su doctor de confianza. El doctor revisará tu historial médico y tu estado de salud así como las medicinas que puedas estar tomando. Algunas medicinas son peligrosas para el embarazo y deben dejar de consumirse antes de la concepción ya que sus compuestos pueden almacenarse en la grasa corporal y permanecer ahí durante el embarazo. El médico te orientará sobre tu alimentación (algunos alimentos serán muy beneficiosos y otros estarán prohibidos), sobre tu peso y sobre los hábitos que debes desechar (como fumar o beber alcohol).
En cuanto a la alimentación, algunos suplementos son esenciales. Tomar 400 mcg de ácido fólico al día durante un mes antes de concebir y durante el primer trimestre de embarazo reduce en gran medida las posibilidades de que tu bebé nazca con problemas del tubo neural entre otros defectos. En cualquier caso, todos los suplementos y vitaminas que vayas a tomar también debes consultarlos con el médico ya que un exceso de vitaminas también puede provocar complicaciones durante el embarazo.
Es recomendable que limites el consumo de cafeína como máximo a unos 200 miligramos diarios (una taza de café) y vigilar tu peso corporal (el peso ideal según tu índice de masa corporal favorecerá la concepción). De igual forma tienes que vigilar el pescado que consumes, ya que en la actualidad desgraciadamente algunos tipos de peces contienen niveles de mercurio especialmente peligrosos para el embarazo. Consulta con tu especialista qué tipo de pescado puedes consumir sin peligro. En general, los más seguros son aquellos ejemplares provenientes de granjas piscícolas.
En el ámbito económico, aunque parezca algo obvio, asegúrate de contar con un buen colchón de ahorros ya que los primeros años de vida de tu bebé van a ser especialmente costosos. Contar con un trabajo estable y con una familia con recursos que os pueda ayudar ante cualquier crisis también es importante. Si tienes un seguro médico, infórmate de todas las coberturas de las cuales podrás disfrutar para el tratamiento de tu embarazo.
Ya en el hogar, es imprescindible realizar una buena compra en una tienda de bebés para contar con algunos objetos básicos para la seguridad y la comodidad del pequeño. Una cuna y un capazo serán de gran utilidad para favorecer el descanso del bebé al mismo tiempo que estará cerca de ti. Hay que hacer acopio de objetos de primera necesidad para el pequeño como pañales y toallitas húmedas, un barreño o bañera ajustado a su tamaño (esto también es una gran comodidad para los padres) y ropa cómoda lavada con jabones apropiados para evitar cualquier tipo de irritación en la piel del bebé. De la misma forma, las toallas para después del baño tendrán que ser muy suaves.
A la hora de viajar o salir a dar una vuelta, las sillas homologadas para el coche son de vital importancia. Asegúrate de que cumplen la normativa y se ajustan al peso y estatura de tu bebé. Además tienes que aprender a colocarlas bien para que su efectividad sea máxima. Tanto para andar por casa como para salir a recorrer pequeñas distancias, muchos padres optan por un cómodo portabebés. El bebé se sentirá muy seguro en contacto con el pecho de su mamá o de su papá. Para los paseos más largos no hay nada más práctico que una buena silla de paseos de bebé. En la actualidad existen muchos modelos de distintos tamaños y formas, adaptables para uno o varios bebés y con cubiertas que protegen perfectamente del viento y del frío, facilitando un paseo tranquilo o incluso una siesta fuera de casa mientras los padres pueden disfrutar de su pequeño y de la compañía de familiares y amigos.