Ante la más mínima sospecha de estar embarazada lo ideal es acudir al médico. Esta es la clave para asegurarnos un embarazo saludable. Una visita temprana al ginecólogo y un seguimiento metódico del embarazo son las claves para asegurarnos de que el feto se desarrolla sin ningún tipo de problemas.
Si además eres mamá primeriza tendrás un millón de dudas y preguntas agolpándose en tu cabeza. Por eso hemos elaborado esta pequeña guía, en la que vamos a repasar algunas cuestiones fundamentales para tener un embarazo sano y feliz:
- En primer lugar nunca tengas reparo en preguntar a tu doctor o doctora todos los asuntos que te preocupen. Sea cual sea la duda los profesionales sanitarios deben guiarte en esta etapa de tu vida, en la que tienes que cuidar de ti y del pequeño que crece en tu interior. Desde cuestiones sobre la alimentación, hábitos de vida, descanso, consumo de medicamentos… sea lo que sea, consúltalo y quédate tranquila. No olvides que aunque familiares o amigas ya hayan pasado por lo mismo que tú, cada mujer es única y, por tanto, cada embarazo. Guíate por los consejos de los profesionales.
- Cuida al máximo tu alimentación. Piensa que en esta etapa no sólo tienes que alimentarte tú, también el pequeño. Por lo que lo idea es construir una dieta saludable para que a ninguno de los dos os falte de nada. Del mismo modo, mantente hidratada. Un consejo: lleva siempre una botellita de agua encima.
- No olvides que muchos suplementos te pueden venir muy bien para un correcto desarrollo del embarazo. El hierro, el ácido fólico o el Omega 3, entre otros. Eso sí, siempre consulta previamente con tu médico.
- El descanso es fundamental. Procura dormir y que el descanso sea reparador. Es importante que intentes dormir del lado izquierdo, pues esto estimula la circulación. Además, evita pasar muchas horas de pie y siempre que puedas mantén las piernas en alto. Así evitarás que por la retención de líquidos se hinchen tanto.
- Haz ejercicio moderado. Esto te ayudará física y mentalmente. Es una forma de mantener una rutina saludable, de conseguir cuidar de tu figura durante todos estos meses y de procurar que tu organismo rinda al máximo de cara al parto. El yoga, la natación, salir a caminar o incluso la bici estática son ideales para embarazadas y no suelen implicar riesgo alguno.
- Vigila siempre lo que tomas y a qué te expones. En este caso nos referimos a los medicamentos y a determinadas pruebas diagnósticas como los rayos X. Si estás mala o tienes que acudir a cualquier revisión de lo que sea, informa siempre de que estás embarazada. Algunas sustancias son perjudiciales para el desarrollo del bebé y pueden generar consecuencias muy graves.
- Prepárate para las náuseas y el malestar matutino. Es normal, aunque no a todas las embarazadas les pasa. Evita las comidas copiosas. En este caso sería mejor comer menos y de forma más frecuente a lo largo del día.
- Di adiós al alcohol, el tabaco o las drogas. Además, deberás disminuir el consumo de otras sustancias como la cafeína.
- Ante cualquier malestar, dolor o síntoma extraño, no dudes en acudir a tu médico. Prevenir es siempre la mejor manera de evitar males mayores.