Todos debemos cuidar la alimentación y mucho más las embarazadas. Es una etapa en la que comemos tanto para nosotras como para alimentar y procurar un correcto desarrollo del feto. Es una etapa perfecta para empezar a comer más sano y a cuidar determinados hábitos, no sólo por nosotras, si no por nuestro futuro bebé. Y muchas os preguntáis qué se debe comer y si existen alimentos prohibidos en esta etapa.
En realidad si llevas una dieta sana y tienes hábitos saludables, practicas algo de deporte y mantienes una vida activa son pocos los cambios que tendrás que realizar, salvo prescripción médica por algún tipo de complicación derivada del embarazo que tampoco tiene por qué darse.
En este artículo hacemos un repaso por los hábitos más saludables para esta etapa y te damos algunas recomendaciones:
La hidratación, fundamental
El embaraza se presenta como una etapa de cambios para la mujer, tanto internos como externos. La hidratación, en este caso, es fundamental. Ten en cuenta que la piel comenzará a estirarse y los pechos a hincharse, por lo que una buena crema hidratante será tu aliada. Por otro lado necesitarás un mayor aporte de líquidos, así que aumenta el consumo normal de agua al día.
Si lo prefieres, para llegar a esta cantidad mayor, bebe infusiones sin teína o leche descremada. Evita los refrescos y zumos embotellados, te darán más sed y aportarán calorías vacías de nutrientes y, por tanto, innecesarias.
Y en cuanto a la alimentación, ¿qué?
En líneas generales se dice que una embarazada debe aumentar su ingesta diaria en 300 kilocalorías en los últimos seis meses de embarazo para proveer al feto de todo lo necesario y sentirse fuerte y bien alimentada. Esto será así siempre y cuando no parezca ninguna patología adicional, como la diabetes gestacional, en cuyo caso requerirá un mayor control de nuestra alimentación.
Estas calorías de más deben provenir de productos como vegetales, legumbres y proteínas, limitando los alimentos ricos en azúcares y grasas. Además de proporcionar elementos que no necesitamos, nos provocarán digestiones más pesadas.
Entre los alimentos grasos recomendados encontramos el aceites de oliva, los frutos secos, las carnes magras y pescados blancos, la yema de huevo y el aguacate. Siempre consumidos con moderación.
Sin embargo, los pescados azules, la bollería industrial, los postres lácteos, los embutidos y los patés deberemos limitarlos al máximo posible.
En cuanto a la fibra, se recomienda que el aporte de esta no se descuide ya que los episodios de estreñimiento son frecuentes. Verduras, hortalizas, tubérculos y frutas deben estar presentes en la alimentación de la embarazada.
Entre los alimentos y productos que debemos dejar de consumir durante la etapa del embarazo encontramos:
• Bollería industrial y bebidas azucaras
• Bebidas con alto contenido en cafeína/teína
• Carnes y pescados crudos, principal fuente de toxoplasmosis y anisakis. El jamón, por ejemplo, no debe consumirse en estos 9 meses
• Algas, por su alto contenido en yodo
• Pescado azul de gran tamaño, por su alto contenido en mercurio y metales pesados. Se recomienda cambiar por los de pequeño tamaño, como caballas o boquero
• Tabaco y alcohol
