Los recién nacidos duermen mucho (aproximadamente entre 16 y 17 horas al día) pero no suelen dormir durante más de tres o cuatro horas seguidas de día o de noche durante las primeras semanas de vida. Conforme vayan creciendo durarán más tiempo dormidos y dormirán menos, pero para ello también es aconsejable establecer una serie de hábitos para que además de tu bebé, tú también puedas descansar.
Te damos una serie de hábitos para que tengas una referencia:
• Permite que duerma varias siestas al día. Hasta la sexta u octava semana aproximadamente tu bebé no dormirá más de dos horas seguidas, por lo que si esperas para acostarlo podría tener problemas para quedarse dormido.
• Enséñale la diferencia entre el día y la noche. Aunque los primeros días de vida no puedas hacer demasiado al respecto, a partir de la segunda semana si puedes empezar a enseñarle. Cuando esté despierto durante el día interactúa y juega con tu bebé todo lo que puedas, mantén la casa con mucha luz y no hace falta que minimices los ruidos diarios. Por la noche, no juegues con él cuando se despierte y mantén las luces y los ruidos en niveles bajos, evita hablarle mucho y si lo haces que sea susurrando. En poco tiempo tu bebé irá comprendiendo que la noche es para dormir.
• Observa sus señales de soñolencia. Cuando haga las típicas señales de que tiene sueño: frotarse los ojos, tirarse de las orejas o estar más irritable que de costumbre; llévalo inmediatamente a su cuna. Así, desarrollarás un sexto sentido para saber cuándo tiene sueño tu bebé.
• Establece una rutina para ir a la cama. Nunca es demasiado pronto para empezar a establecerla. Puede ser tan sencilla como ponerle el pijama, cantarle una canción de cuna o darle un beso de buenas noches.
• Acuéstalo cuando esté soñoliento pero despierto. Cuando tenga de 6 a 8 semanas le darás así la oportunidad de que se duerma por sí solo.
• No hagas acciones que no quieres hacer en el futuro. Como mecer o amamantar al bebé para que se duerma, incluso a edades tempranas. Jodi Mindell, directora asociada del Centro de Trastornos del Sueño del Hospital de Niños de Filadelfia, asegura que “los bebés están aprendiendo hábitos de sueño. Si lo meces para dormir las primeras 8 semanas, ¿por qué va a esperar que hagas algo diferente luego?”
