El yoga es un buen ejercicio físico y mental indicado tanto para ti como para tu niño, si lo practicáis juntos os ayudará a descargar tensiones, a la vez os relajáis. Al principio será complicado practicarlo, sobre todo si tu niño es muy pequeño, pero seguro que tarde o temprano le pilla el truco tu niño, puesto que los niños tienen la tendencia natural de practicar la mímica. Asimismo, si ya eres practicante de yoga sabrás que las posturas de yoga tienen nombres de animales y otras formas conocidas, por lo que no resultará muy difícil que tu niño te imite.
Por otro lado, también podemos buscar un centro que oferten clases grupales de yoga para familias con niños, en los que además de practicarlo, los niños aprenderán a trabajar en equipo y conocer a otros compañeros. De esta manera también tú, como madre o padre, tendrás la oportunidad de compartir tus experiencias con otros padres sobre tu niño y los beneficios del yoga, y por qué no, hacer también amigos.
Pueden ser una buena idea las clases de yoga para niños, puesto que tienden a ser bastante activas y divertidas, con muchas posturas diferentes, canciones, que os transportarán a otros lugares imaginarios sin salir de la clase. Además, practicar yoga desde pequeño le proporcionará la mejor base para su vida adulta, ya que mejorará en flexibilidad y equilibrio, entre otros aspectos.
El secreto del yoga está en aprender a respirar de forma correcta y profunda, es decir, respirar con la barriga y no con la boca. Si lo haces bien, ayudarás al aparato respiratorio y a calmar la mente, cuanto más tranquilos estéis tu pequeño y tú, más liberaréis vuestros pensamientos y mejor os sentiréis cuando lleguéis a casa.
Para realizar estos ejercicios, recuerda que es muy importante llevar ropa cómoda de algodón. Además, os recomendamos que practiquéis yoga por la tarde-noche, para ayudarte a liberar tensiones antes de iros a la cama y podáis dormir relajados. Si no podéis ir a clase a esa hora, siempre puedes practicar de nuevo lo aprendido en clase de la mañana en casa, llévate a clase un cuaderno y anota los ejercicios.
En definitiva, practicar yoga con tu niño puede ser una forma divertida de desarrollar una unión con tu pequeño, además de ayudaros mutuamente a crear un entorno positivo, desarrollar la fuerza, la coordinación, el equilibrio, mejorar la atención, la flexibilidad y la autoconfianza en tu niño.
¿Prácticas yoga con tu niño? ¿Has notado algún beneficio? ¡Compártelo con nosotros!