Ya llegó otoño para los bebés y con él comienzan los cambios constantes de temperaturas, por lo que los más pequeños se tendrán que adaptar a un nuevo clima y tendremos que abrigarlos adecuadamente. A medida que el frío avanza en el año, se hace más evidente que los bebés son los más sensibles de la casa y que con nada tienden a resfriarse.
Entre octubre y noviembre, a primer hora de la mañana, tendremos que abrigar al pequeño, puesto que temperatura bajan bastante, al mediodía el clima suele ser más cálido, por lo que debemos tener en cuenta este aspecto para no asfixiar al pequeño por la mañana, y luego por las tardes-noches vuelve a hacer más frío. Por lo tanto te recomendamos que salgas de paseo con tu bebé en las horas más cálidas y agradables, de esta manera tendrás que abrigarlo menos. Asimismo no te olvides de llevar alguna mantita de algodón en el carrito, por si se nos hace tarde y estamos lejos de casa.
Sabemos que como madre te preocuparás en saber si tu bebé tiene frío o calor. Por ello, te aconsejamos que toques su cabecita o el cuello, son los dos lugares que nos pueden decir exactamente la temperatura del bebé. Ni las manos ni mirando si suda te dirá si tiene frío o calor tu bebé. Tendrás que tener cuidado con este aspecto, ya que la temperatura del bebé no se autorregula como la de una persona adulta.
Por otro lado, también deberás cuidar la alimentación de tu bebé. Ten en cuenta que si nuestro bebé está alimentado correctamente, con los alimentos que necesita, su cuerpo luchará contra cualquier amenaza externa. Para este aspecto podrás consultar con tu pediatra los alimentos complementarios que puedes dar a tu bebé, además de mantener la ingesta de leche materna o artificial, para ayudarle con sus necesidades nutricionales.
Por último, con la llegada del otoño la piel del bebé tiende a resecarse mucho, por lo que te recomendamos que en esta época tengas bastante precaución y mantengas la piel de tu pequeño hidratada con cremas específicas.
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