En su definición más académica el Colecho es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con los padres ya sea en la misma cama o a través de cunas o minicunas cuya barrera más próxima al lecho de los padres se puede desmontar, creando lo que puede considerarse como una ampliación de la misma cama.
Consecuencias del Colecho
Es una práctica que si se practica en la misma cama puede conllevar riesgos, ya que inevitablemente cuando estamos dormidos perdemos la consciencia y podemos llegar a hacer daño a nuestro bebé. Por ello nosotros recomendamos el uso de una cuna o minicuna, o en su defecto, si se va a compartir el lecho, algún reductor podrá proteger a vuestro bebé de posibles infortunios.
Como en todo lo que tiene que ver con la educación y crianza de nuestros hijos, hay detractores y gente que ensalza esta práctica.
Por nuestra parte, y basándonos en la experiencia personal de la mayoría de las personas que han sido padres a las que hemos preguntado, deberemos seguir los consejos que el pediatra nos dicte al respecto. No todos los bebés son iguales y debe ser su necesidad la que dicte si es necesario hacer o no colecho. Hay niños que desde muy pronto duermen toda la noche desde la última toma y hay otros que demandan continuamente. Así mismo hay bebés que precisan más del contacto maternal continuo que otros.
Lo cierto es que si se opta por este modelo a la hora de dormir con nuestro bebé hemos de ser conscientes que según dicen los pediatras existe una barrera temporal para dejar de hacerlo sin que ello suponga un shock muy traumático para el bebé. Esa barrera son los 6 meses, ya que a partir de ese tiempo el bebé empieza a ser mucho más consciente de su entorno y su capacidad de adaptación será menor porque anhelará más.