Parque para bebés: seguridad y juego en su primeros meses

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Los parqués de bebé son uno de los complementos de puericultura más solicitados. Son muy buenos para la diversión y la seguridad de los pequeños y al mismo tiempo resultan muy útiles para los padres, ya que les ofrecen un pequeño descanso sabiendo que sus hijos están seguros sin tener que andar detrás de ellos todo el rato.

Los parques para bebés son muy seguros porque aunque están hechos de materiales resistentes, todas las partes externas se encuentran debidamente protegidas por materiales blandos y acolchados. Sin embargo hay que tener mucho cuidado con los elementos que introducimos en el parque, ya que todos los juguetes no son apropiados para espacios tan delimitados.

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En los parques para bebés los bebés pueden dormir, ver la televisión, jugar con sus juguetes y peluches, levantarse y dar sus primeros pasos de forma segura… Pero además suponen una liberación para los padres, ya que pueden ocuparse de las diferentes tareas domésticas sin la preocupación de que los pequeños se hagan daño o se les pierdan de vista. No obstante, no es bueno abusar del uso del parque ya que estar todo el día ahí metidos tampoco es bueno para el desarrollo del bebé. Los bebés necesitan contacto físico para desarrollar correctamente su inteligencia emocional, movimientos y masajes para estimular los músculos y actividad física fuera de un espacio pequeño.

En las tiendas de bebés se pueden encontrar parques cuadrados o rectangulares y de diversos tamaños y diseños. Por lo general todos los parques están protegidos por un valla en forma de red capaz de amortiguar suavemente cualquier caída o tropiezo. También existen modelos con barrotes, aunque cada día se utilizan menos ya que son poco seguros: el bebé podría golpearse o quedar atrapado entre algunos barrotes.

Como hemos referido antes, los bordes son esponjosos para que resulten cómodos al bebé y al mismo tiempo prevenir el golpe tras cualquier caída. Eso sí, hay que tener cuidado con el material del que están hechos y procurar que el bebé no se acostumbre a morder los bordes, ya que podría romperlos y acabar tragando algún trozo de este material.

La parte baja del parque suele ser acolchada para que el bebé no se haga daño si pierde el equilibrio y se cae. De esta forma aumentará su confianza para ponerse de pie y andar. Teniendo cuidado de que el bebé no esté demasiadas horas solo en el parque y no dejándole juguetes inadecuados (materiales duros o formas que le puedan provocar algún daño al caer) el parque para bebés se convierte en un gran aliado de padres y abuelos, proporcionando un espacio de diversión para el pequeño y tranquilidad para los mayores.

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