Derechos laborales para mujeres embarazadas

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Quedarse embarazada es un acontecimiento importantísimo en la vida de cualquier persona, tanto para la mujer como para su familia y su círculo más cercano. Es el inicio de una serie de cambios que afectarán a todo su ritmo vital y por tanto también tendrá repercusión en su trabajo. Todas las mujeres embarazadas tienen una serie de derechos laborales que la empresa debe considerar y proveer para que la mujer pueda trabajar con comodidad y, llegado el momento, pueda tomar su baja de maternidad con la tranquilidad de saber que su puesto continúa estando en buenas manos y que le esperará a la vuelta de su baja.

Al contrario de lo que se piensa habitualmente, no existe obligación por parte de la mujer embarazada de comunicar el embarazo a la empresa. No hay un plazo determinado ni una formalidad específica para ello, la mujer tiene que decidir cuándo quiere comunicarlo según la relación que tenga con sus superiores y según las revisiones médicas a las que tenga que acudir. No obstante, si la actividad laboral implica cierto esfuerzo físico o posibles riesgos para el feto no dudes en comunicarlo a la dirección lo antes posible.

Los servicios de prevención de riesgos laborales y las aseguradoras deben evaluar si un puesto de trabajo puede resultar peligroso para el embarazo de cualquier forma posible. En caso de que el puesto de la mujer embarazada tuviera algún peligro, la empresa está obligada o bien a cambiarle a un puesto más seguro y adecuado a su estado o suspender el contrato de forma justificada y solicitar una prestación de la Seguridad Social del 100% del sueldo. Si existe riesgo para el embarazo pero es por una causa no relacionada con el puesto de trabajo entonces se puede optar a una prestación por incapacidad temporal, pero no se pueden tener ambas. Por supuesto, la mujer encinta puede ausentarse del puesto de trabajo el tiempo que necesite para revisiones, pruebas médicas e incluso clases de preparación al parto que coincidan con la jornada laboral.

Aunque una empresa puede despedir a una mujer embarazado, existen factores de protección ante el despido. Pueden darse dos escenarios principales:

  • Despido procedente: por motivos justificados y anotados en una carta de despido. Si la mujer no está conforme con esos motivos puede impugnar la procedencia del despido durante 20 días hábiles dirigiéndose a los servicios de su comunidad autónoma.
  • Despido nulo: si no hay motivos para que el despido sea legal, el hecho de estar embarazada protege a la mujer de que el empresario decida de forma unilateral catalogar el despido de improcedente y pagar la indemnización que establece la ley. Esta medida puede aplicarse lo incluso si el empresario no sabe que la mujer está embarazada. Estos despidos son declarados nulos por el juez y la empresa tendrá que readmitir a la trabajadora añadiendo el abono de los salarios pendientes desde la fecha de despido. Esta protección dura durante todo el embarazo y hasta los 9 meses del bebé, pudiendo solicitar después una reducción de jornada hasta los 12 años del hijo.

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