Cuando se pasa los cuatro meses de vida del bebé, y debes incorporarte a trabajar, tienes siempre que dejarlo en manos de alguien, al ser muy pequeño aún. Como es normal, tu bebé sigue necesitando leche materna, y la espera de la misma forma en la que está acostumbrado, del pecho de su madre.
Por esta razón, como madre intentarás dejar a tu bebé con la barriga llena, antes de irte al trabajo, para que aguante hasta que regreses. Sin embargo, puede que sea tu caso, tu bebé tiene hambre entre las horas que no estás, por lo que la persona encargada de cuidar de tu bebé intentará darle la leche materna, extraída anteriormente por ti, sin éxito alguno.
En este punto es donde comienza el conflicto, hay muchos bebés que se adaptan sin problemas a la nueva situación y comen entre esas horas que estas fuera de casa, y otros que no lo llevan tan bien, y se niegan a comer hasta que no regreses.
Pruebas todas las alternativas posibles, con el biberón, con la cuchara… pero sin éxito. Sin embargo, te diremos una cosa, no pasa absolutamente nada porque no coma durante esas horas, cuando de verdad quiera comer lo hará.
Es decir, cuando el bebé duerme sus 7 u 8 horas, no pasa nada porque después cuando se despierte comerá del pecho.
¿Qué alternativas tenemos? Darle tiempo. Si no, podemos también grabarle nuestra voz a nuestro bebé y ver qué reacción tiene. Por otro lado, otro consejo que te damos es que pruebes a cambiar de tetina de biberón, si encuentras la adecuada a tu bebé, él no notará apenas la diferencia y será más fácil que se adapte a la nueva situación hasta que vuelvas. Si lo consigues, será tu mayor aliado.
¿Probamos a ver si ahora come tu bebé?