El descanso del bebé es una de las mayores inquietudes de los padres. Cuando nacen, lo habitual es que no distingan el sueño diurno al nocturno y que duerman unas 18 horas. A los tres meses de vida se reduce de 10 a 15 horas y lo distribuyen en pequeñas siestas durante el día. Conforme los bebés van creciendo su sueño se regula y cada vez duermen más por las noches, aunque es normal que durante la noche se despierten varias veces y les cueste conciliar el sueño.
Al igual que los adultos, hay bebés que son más dormilones que otros, incluso algunos, llegan a desesperar a los papás. Si tú eres uno de ellos y tu bebé no duerme lo suficiente es bueno que sepas que existen alimentos que ayudan al descanso.
Una cena con alimentos que contenga triptófano, serotonina y melanina ayuda a conciliar el sueño y a prolongar su duración. Si das de mamar los alimentos recomendados son los cereales, las legumbres y hortalizas y frutas como plátanos, piñas y uvas. Los frutos secos también son un complemento muy favorable.
Si el pequeño ya come sólidos intenta evitar bebidas excitantes y sustitúyelas por tila o melisa, en cuanto a los alimentos, los ricos en grasa y o cenas demasiado copiosas.
Que el niño tenga unos hábitos en torno al sueño ayuda a que distinga la noche del día y se habitúe a dormir, cada vez, más horas durante la noche.
