La llegada de un bebé a la familia es todo un acontecimiento. Los padres hacen todo lo posible por conciliar su vida laboral con el nuevo miembro de la familia porque necesitan estar junto a él. Nada más nacer, ya se establecen unos vínculos entre madre, padre y bebé que durarán para toda la vida, y, por eso, no hay quienes los separen durante los primeros años. Además de este vínculo afectivo, pasar tiempo con el bebé tiene muchos beneficios, sobre todo para el desarrollo del pequeño.
Vínculos entre padres e hijos
El contacto físico entre los padres y el bebé hace que se desarrollen vínculos entre ellos. Además, es muy beneficioso para las madres, ya que al estar en contacto piel con piel con el bebé se segregan hormonas como la oxitocina o la prolactina, necesarias para la producción de la leche y el bienestar de la madre. Este tipo de contacto, además, previene la depresión posparto. Por eso, pasar tiempo con el bebé no sólo es beneficioso para los pequeños, sino también para sus progenitores.
Mejora su salud
El porteo se ha puesto de moda en los últimos tiempos y se ha demostrado que tiene grandes ventajas. La principal es que mejora la salud del pequeño: son menos propensos a tener cólicos, duermen mejor, y el desarrollo psicomotor es mucho más completo. Por eso, además de pasar tiempo con el bebé es importante que haya contacto físico entre los dos, para que todos estos estímulos favorezcan el crecimiento del bebé.
Descubriendo el mundo
Aunque los bebés, sobre todo los que tienen pocos meses están mucho mejor en un ambiente tranquilo y familiar, cuando son un poco más grandes podemos ir haciendo pequeñas excursiones con ellos. Por ejemplo, llevarlos a conocer el mar y disfrutar de un día en la playa en familia. Para estos viajes, es obligatorio utilizar sillas de auto homologadas donde el bebé esté seguro y cómodo. Dependiendo de la edad y del peso del niño, tendrás que usar un modelo u otro para garantizar su seguridad. Las salidas a entornos extraños pueden ser muy beneficiosas para estimular al pequeño. Allí descubrirán nuevas sensaciones, nuevos lugares e incluso podrás estimular sus sentidos a través de la vista, el tacto y el oído. De esta forma, su desarrollo cognitivo será mucho mayor gracias a estos estímulos.
Desarrolla su inteligencia
Cuando son un poco más grandes podemos comenzar a introducir rutinas de juegos con los bebés. Estos ejercicios son muy beneficiosos ya que ayudan a que se desarrollen otros aspectos de su crecimiento como la psicomotricidad, el lenguaje y la capacidad de expresión. En definitiva, su inteligencia se va desarrollando poco a poco gracias a la interacción con el mundo exterior. Por eso, cantar con los pequeños, bailar o contarles cuentos a menudo son actividades que benefician notablemente el crecimiento del pequeño.
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